lunes, 10 de enero de 2011

Tac, tac, tac....

La punta le da vida al talón, los pies se van moviendo poco a poco y como si fuera unas bailarinas perfectamente acopladas, van siguiendo la misma huella que imponen sus pasos. Al caminar las mujeres, un solo sonido se escucha: el de los tacones. Desde que se inventaron, hasta nuestros días, han sido los mejores aliados de una dama.
Tac, tac, tac, el eco de los tacones se escucha por todas las calles y avenidas. Resuena hasta seducir al más ingenuo o menos precavido, pues además del sonido, el llevar puestos unos tacones es considerado símbolo de femineidad, realce de la belleza y expresión de sensualidad que toda mujer anhela y consigue con este tipo de zapatos puestos.
Desde su invención hasta la actualidad las mujeres definen a los tacones como un arma garantizada para conquistar miradas. Sin embargo, hay quienes reaccionan en contra de estos zapatos, que en principio sólo buscaba elevar de estatura en todos los sentidos a las personas que los utilizaban.